Cuando piensas en mover un brazo o levantar un objeto, estás usando tus
músculos. Pero lo que no ves es que, dentro de cada músculo, hay un proceso
increíble… ¡y el calcio es el protagonista!
El calcio, el interruptor del músculo
Pero que sucede paso a paso, de forma sencilla:
- La orden del cerebro
Tu cerebro manda una señal eléctrica que viaja por los nervios hasta el
músculo que quiere moverse. - El músculo se activa
Cuando esa señal llega, el músculo se prepara… ¡pero necesita una
herramienta especial: el calcio! - El calcio sale de su almacén
El músculo guarda calcio en una especie de depósito. Al activarse, lo libera
rápidamente. - El calcio quita el bloqueo
Dentro del músculo, hay proteínas que hacen que este se contraiga. Pero están
bloqueadas. El calcio “quita el candado” y permite que esas proteínas trabajen. - Las proteínas se mueven
Dos proteínas, actina y miosina, se deslizan entre sí gracias al calcio. Así el
músculo se acorta y se contrae. - El calcio se guarda y el músculo se relaja
Cuando el trabajo termina, el calcio vuelve a su lugar. Entonces el músculo se
relaja y queda listo para la siguiente contracción.
En resumen:
El calcio es como una llave que activa el motor del músculo.
Sin calcio, no hay contracción.